Datos curiosos...

Esto es como un típico ¿sabias que...?, no creo que nadie sepa las curiosidades no tan curiosas de esta historia más que yo xD

  • El nombre Elisa fue inconscientemente por la composición "Fur Elise" de Beethoven, la cual me gusta demasiado.
  • Cuando cree a Darius quería hacer al chico perfecto pero algo me hizo crear un patán.
  • El séptimo capitulo surgió de un comentario que hizo una amiga, textualmente dijo el titulo del capitulo: "La practica es mejor que la teoría".
  • Me base en las descripciones de varios horóscopos para ponerle signo zodiacal de los personajes.
  • Lo escribí como un reto para empezar a aprender a escribir lemon.
  • Más adelante le adjunte el aprender a usar los signos de puntuación y mejorar mi narración.
  • Inicialmente quería hacer un oneshot que tuviera lo de los primeros dos capítulos y terminar en un "continuara...".
  • Iris esta basada en la actitud de todas las mejores amigas que he tenido, más en la actual.
  • Hubo un tiempo en el que paso por mi mente la muerte de un personaje (Darius Edmond).
  • Cuando decidí escribí el capitulo 17 investigue el idioma sadomasoquista pero no lo emplee porque no me agrada la extrema violencia ni el fetichismo en el sexo.
  • Cuando voy a describir a los personajes olvido sus rasgos físicos y tengo que ver la descripción.
  • Es la primera historia con más de 4 capítulos que he escrito.

11.-Tus mentiras me saben dulces en Cos´Coff!

Bien, ya que estamos todos aquí…- volteo a ver toda el aula para asegurar sus palabras, se volvió hasta nosotros de nuevo y prosiguió: -Tenía en mente que algunos fueran por clientes, para no solo esperar a que vengan, igual traerlos- todos se veían, nadie sabía a quién le tocaría esa labor.

-Tengo suerte de ser la cocinera- comento Iris.

-Pero de seguro en un recorrido de dos pasillos traerías a mucha clientela- sabia a que me refería, en su mirada y tono de voz me di cuenta.

-Umm…tal vez, pero no lo sé y no quiero saberlo, a quienes les toque de seguro me mencionaran...así que no hay necesidad de que valla- parece que ya se había acostumbrado a la idea de tener tantas admiradoras y algunos admiradores, después de todo estudia en esa escuela desde primaria. La vi y desvié la mirada, como si eso bastara para hacerle entender que sentía haber bromeado con aquello, pareciera que me entiende mejor que mi novio, puso una mano en mi hombro y me dio una leve y fugaz sonrisa para seguir escuchando lo que la chica nos decía.

-Bueno ustedes dos irán a buscar clientes- apuntando a un par de chicos que solo habían estado sentados observando, no les agradaba mucho la idea pero no se quejaron y salieron a buscar clientes. –Por parte de las chicas…tu y…tu- la primera chica tenía un cosplay de policía y la segunda era yo. -¿Cómo se supone que traiga clientes?- pregunte muy nerviosa.

-Ingéniatelas, observa antes de acercarte para darle una idea, cada persona se convence de diferente manera-

-Está bien- la primera chica ya había salido pero yo seguía ahí, sin más remedio me fui alejando lentamente mientras ella seguía.

-Ahora quiero a dos chicas que estén en la entrada ¿alguna voluntaria?- note que dos alzaron su mano al mismo tiempo, las reconocí, no llevaban precisamente un cosplay, llevaban su uniforme de porristas con orejas y cola de conejo, recuerdo haberlas visto en una foto dentro de la vitrina de los trofeos deportivos de la escuela; seguí mi camino y me dirigí a buscar clientes aunque aún faltaba como un minuto para que esto comenzara oficialmente.

-Aparte del collar, ahora me hizo vestir así…- caminaba sin rumbo, esperando toparme con alguien que se viera amistoso. No paso mucho hasta que vi a un par de chicas caminando, se veían normales en lo que cabe así que decidí probar suerte.

-Buenas tardes- trate de sonar relajada y dar mi mejor sonrisa sin exagerar.

-Ah…buenas- una de ellas respondió poco animada.

-Espero no interrumpir su recorrido-

-No, para nada- respondió la otra pero aun me veían “raro” por el traje que usaba.

-Vine a invitarles al café cosplay que organizo el 1roH-

-Es la primera vez que hacen café cosplay desde que estudio acá-

-Cierto, solo hacían cafés normales- ambas comentaban muy animadas.

-Entonces ¿les gustaría ir al nuestro?-

-¡Claro!- respondieron al unisonó y se dirigieron aparentemente a mi salón.

Se me hacia raro que seamos los primeros en hacer cosplay, pero no importaba, seguí buscando más personas. En cada pasillo encontraba alguna persona que le interesaba e iba al café, ya había caminado demasiado así que decidió descansar un rato, vio unas bancas a unos centímetros y fue a sentarse pero escuchaba una conversación que le era algo familiar…

-Vamos, acéptalo- era la voz de un chico.

-No quiero nada de ti, ve y dáselo a otra persona- esa voz femenina se me hacia familiar…

-¿Acaso no te gusta?-

-No es si me guste o no es simplemente que no lo aceptare de ti, ¿no lo entiendes? -

-Pero lo compre especialmente para ti, me niego a dárselo a otra chica que no seas tú-

-Que mal, tendrás que guardártelo por mucho tiempo, tal vez por siempre-

-No seas así…solo quiero darte un obsequió que usar en el baile-

-Escuche que sales con alguien ¿Por qué no se lo das a ella?, o es que ¿solo es un pasatiempo?-

-No salgo con nadie, formalmente…solo somos amigos, tu eres la que me interesa-

-Pero tú no me interesas, ahora ¡largo!, tengo muchas cosas que hacer como para aguantarte- había escuchado suficiente para deducir que ese genio era el de mi ama pero aun no reconocía al chico.

-Bien, pero cuando lo veas en el cuello de otra chica te arrepentirás-

-Quisieras, ahora vete que en verdad estoy ocupada-

Me voltee y trate de parecer lo más natural posible, esperando que el chico viniera por acá y lo hizo…

-¡Ah una linda conejita vestida de enfermera! o acaso ¿será al revés?- Voltee a ver qué clase de chico intentaba coquetear conmigo después de fallar con Rebecca, para mi sorpresa era la persona que menos espere.

-¿Qué haces aquí amor?- pregunto Darius algo confundido en parte por el traje que usaba.

-Descansaba un poco de llevar gente al café cosplay de mi clase…- por más que no quería preguntar, ya sabía que hacia quería ver que respondía -¿y tú?-

-Te estaba buscando-

-¿Ah sí?...¿Para qué?-

-Para darte esto, lo compre especialmente para ti- ¿Dónde habré escuchado esas palabras antes? Pensaba sarcásticamente. –Es lindo…- desanimada respondí.

-¿Qué? ¿No te gusta?- ¿A qué te refieres con “no te gusta”? ¿El collar o ser la persona a la que le das los regalos que te rechazan?

-No, si me gusta, es solo que…es inesperado- me era difícil estar fingiendo felicidad.

-Ten, quisiera que lo uses en el baile- eso era algo riesgoso, si Rebecca se llegara a enterar, no sabría que hacer pero el ya le había dicho que éramos amigos yo podría decir lo mismo.

-Está bien, si eso quieres…- tome la caja con el collar.

-Bueno ¿Qué te parece guiarme a tu café linda conejita?- ¿Y qué te parece si esta linda conejita te guía a que te dieran unos buenos golpes?, de seguro Iris si me haría el favor de golpear a este infeliz, me dio risa solo en pensarlo, pero no sabía si el sabia defensa personal, no es que valla a pedirlo en verdad pero quería saber.

-Y dime… ¿sabes algún tipo de defensa personal?-

-Er…en realidad no, estaba yendo a boxeo pero era muy tedioso, solo lo quería para ejercitarme así que lo deje y ahora voy de vez en cuando al GYM- con un aire de estar presumiendo deduje que Iris si podía darle una buena lección pero no soy de vengarme. Caminamos hacia mi aula, el intentaba hacerme platica pero era algo cortante, yo no me sentía del todo cómoda pero tampoco incomoda siendo así, ¿el? ¿a quién le importaba? Ya estaba empezando a ver la verdad sobre el joven Edmond ¿debería llamarlo ya Ex-novio?



-Acá es, bienvenido…amo- hice una reverencia como los japoneses, así recibíamos a nuestros clientes.

-Que suerte tengo de que tú me atiendas, si me enfermo espero me cures- nunca había visto esa parte de él, eran cumplidos algo raros, vulgares de cierta forma, viniendo de alguien de su clase así era. Yo lo atendí por supuesto, ya era hora de que hiciera algo en el café, aparte ya me había aburrido de caminar por ahí vestida así.



Darius se fue, no tengo idea de cuánto duro contemplando a todas mis compañeras y a mí en estos trajes, yo había dejado su “regalo” en el mostrador, se lo robaran o no, me daba igual, a diferencia de Rebecca con el si me sentía usada…

-Tal vez planeaba sacarme de poco en poco todos los gustos de Rebecca…y todo eso- decía para mí misma mientras iba por un pedido; trate de olvidarme de sus estupideces mal hechas, ni siquiera tenía cuidado, estudiamos en el mismo instituto debió haberse esperado encontrarme en cualquier lado; -Pensaste que me tragaría todas tus mentiras, aunque no sé cuantas veces lo haya hecho.

Paso el rato y me olvide de él, me estaba divirtiendo con mis compañeras, tal vez si seguíamos conviviendo alguna seria mi amiga, la estábamos pasando bien, de vez en cuando iba a ayudar a la cocina, era divertido igual, aunque manche un poco mi traje de harina.

-Eres buena en esto-

-Hacia algunos postres para mi familia a veces- dije mientras hacia algunas galletas.

-Deberías usar ese don para ganar dinero-

-Lo he pensado pero no sé cómo ni donde, no tengo dinero para comprar harina ni demás ingredientes y no creo que me dejen usar la cocina de la escuela por siempre- dije en un tono bromista.

-Podría ayudarte, conozco un buen lugar, ahí estuve yo- dice Iris algo seria.

-¿Enserio? Pero ¿no sería un problema para ti?- feliz pero a la vez apenada por la oferta.

-No, en verdad es que tengo mucho tiempo libre, podría enseñarte más si quieres- desvió la mirada pero no hice mucho caso a eso.

-Si no es mucha molestia para ti...me gustaría-

-Bien…- poso su mano en mi hombro y dijo: -Por ahora solo prepara los pedidos, que si no, nos atrasamos- fue a seguir preparando lo que solo ella sabía hacer mientras las demás hacíamos los otros, los conocidos.



Pasaron las horas y dieron las 10 p.m, ya era hora de “cerrar” por hoy, mañana nos esperaba otro día divertido de trabajo para después disfrutar nuestros dos días del festival, seguía sin saber que celebraban, tal vez inicio de clases, daba igual, era entretenido.



-¿ya regresaras a tu habitación?- Me pregunta Iris guardando las cosas.

-Supongo, ya no tengo nada más que hacer- igual ayudaba a guardar.

-¿Qué te parecería discutir lo que te dije en la tarde?-

-Me parece bien- no ceo que a Rebecca le importe que llegue un poco tarde, después de todo creo haber oído que “estaba ocupada”.

-Podría meterte en el restaurante en el que estaba como te había dicho, preparaba los postres únicamente- se sentó en un pequeño banco de la cocina.

-¿Solo sabes preparar postres?- siempre pensé que un chef cocinaba de todo un poco.

-No, bueno creo que a ti si puedo decírtelo, no creo que vayas a darlo a alguien para alguno de los blogs…-

-No, claro que no, yo no soy de…ese grupo- dije mientras me acercaba un banquito y me sentaba frente a ella.

-Se cocinar bien, mis padres me pagaron a un curso de cocina…de pequeña me gustaba mucho la cocina y lo pedí, ahora no puedo dejar que se sepa esto- movía los pies como si estuviera en la orilla de una piscina.

-No diré nada, lo prometo- era como si quisiera saber todo de ella, parecía una chica dura y fría en el exterior pero sentía que era diferente conmigo, ella es diferente.

-Bien, bien, mañana contactare al jefe y veré que me dice-

-Gracias, en verdad-

-Aun no agradezcas, agradece cuando lo tengas- se levanto del banco, al verla yo también me levante, nos dirigimos a la puerta y ella cerraba con llave.

-Me divertí haciendo esto- Dije mientras me quitaba el parche del ojo y lo guardaba en una bolsa de la falda del traje de enfermera.

-Que bien…me gusto volver a cocinar- sentí algo de nostalgia en sus palabras.

-Cocinaras conmigo...digo…si quieres enseñarme- no sé si eso fue más una petición o intento de levantar sus ánimos. Puso una mano en mi cabeza.

-Gracias- no sabia porque me agradecía pero igual no iba a preguntar, no ahora; me sonrió y se fue. –Te veo mañana- dijo levemente mientras se alejaba.

-¡Sí!- dije rápidamente, aunque no se alejaba tan rápido no pude decirle nada más. Volví a mi habitación, mejor dicho “a la habitación”.



-Siento que olvido algo…- caminaba a paso lento por si recordaba, llegue como a la mitad del camino y no se me venía nada a la mente, así que acelere el paso hasta que llegue a la puerta, dude en abrir así que toque.

-Pasa- dijo una voz desde adentro. Entre a la habitación.

-Tu compañera llego- aun seguía esa chica aquí, ¿sería la novia de mi ama?

-Ah, ¿Cómo te fue?- preguntaba con una calculadora, una hoja y un lápiz en las manos.

-Me divertí mucho, no sabía que éramos el primer café cosplay-

-Sí, la dirección opto por hacer uno aunque sea- Hubiera sido más creíble que dijera que decidió verla en cosplay, después de todo ella elije los eventos.

-Me hubiera gustado hacer café cosplay- dijo Erika.

-Pero no, tu tuviste un café Maid el año pasado- Rebecca respondió sin dejar de hacer sus cuentas aparentemente.

-Pero no es igual al cosplay…-

-Se que luego nos tocara un café cosplay- le dio una mirada que no supe reconocer pero que hizo sonreír a la otra chica.

-Creo que debo irme, es tarde- se acerco a Rebecca y le dio un fuerte abrazo junto con un beso en la mejilla, -te veo mañana- y antes de cerrar la puerta se despidió de mi –hasta luego chica- y cerró la puerta.

-No es más que mi mejor amiga por si te lo preguntabas- seguía sin dejar de mirar la hoja y escribir en ella.

-No…no iba a hacerle preguntas-

-Lo sé, por eso te lo digo-

-Bueno…- no dije más y me cambie de ropa en el baño. Al salir ella ya había dejado lo que hacía y se estaba poniendo el pijama, solo le faltaba la camisa.

-Debes estar cansada…solo por esta semana te dejare dormir en mi cama- se metió a la cama y agarro un libro, como si no le importara compartir cama conmigo, como si su perversión se hubiera esfumado de un día para otro. Me parecía algo engañoso pero aproveche la oportunidad, me metí en la cama y me puse al lado opuesto a ella. Pasaban los minutos y tenía algo de tensión, no me sentía muy segura, no sabía si quiera si podría dormir esa noche o peor si me dejaría dormir. Al cabo de unos minutos más no tengo idea de que paso, cuando menos lo imagine ya estaba dormida, parece que esta noche si podre descansar bien.

-Duerme, necesitaras energías para mañana- susurro cerca de Elisa, acaricio su cabello y la tapo bien, hoy estuvo haciendo todas las cuentas o la mayoría del festival, para poder ir al café cosplay el último día, quería disfrutar de la vista y de estar con Elisa, tomarse un respiro de tanto trabajo y divertirse un poco.

-Espero me dejen “robarles” una mesera…- sonrió y apago la luz de la mesita de alado, ya había guardado su libro, ella también se dispuso a dormir.

Personaje: Angelina Gade

Nombre: Angelina Gade
Edad: 16
Papel que ocupa: Secundario
Primera aparición: Doceavo capitulo
Fecha de nacimiento: 3 de Agosto
Signo: Leo
Color de ojos: Ocuros
Color de cabello: Negro
Estilo de cabello: lacio y largo
Altura: 1.49 mts.

Descripción:

SIN CONFIRMAR

Reseña por los 115 reviews en A-Y ♥

Pues soy una joven con mente activa que escribe yuri D: & comencé el 12 del septiembre del 2010 a escribir una historia llamada "Juguete de placeres prohibidos" la cual se basa en el típico estereotipo yuri de comenzar en una escuela pero con personajes que se podrían clasificar típicos de una novela para y de adolescentes.

El 3 de junio del 2011 ha sido la última actualización alcanzando hasta el momento 115 reviews (comentarios), esto me ha puesto muy feliz~ nunca pensé llegar a los 100 y ahora lo sobrepasa por 15.


Tenemos como protagonista a una chica pobre llamada Elisa Azard que logro entrar al instituto "Edwidge" gracias a su excelente promedio de 10 e impecable historial académico con honores, causando que fuera la primera estudiante becada en solo pagar el 10% de la colegiatura.

Como co-protagonista esta la chica rica hija del director, Rebecca Edwidge, que consigue lo que quiere, a diferencia de las típicas "hijas de papi" esta sabe conseguirlo sin involucrarlo puesto que este no sabe ni conoce la extraña adicción que tiene su hija hacia el sexo lesvico.
Esta chica es la que se aprovecha de la pobre como era de esperar.

Elisa y su familia no serán capaces de pagar ese 10% por mucho tiempo y decide aprovechar lo que pueda hasta que Rebecca le ofrece la oportunidad de no pagar nada, a partir de esa oferta comienza la historia...

De personajes secundarios apenas han aparecido 4 de los cuales solo he tratado extensamente a 2, digo extensamente por el hecho de que son personajes secundarios y han tomado papel importante en la historia.

El típico chico rico que quiere ligarse a la más popular, Darius Edmond el cual hace aparición en los primeros capítulos y a decir verdad, quería hacer de este personaje un chico caballeroso, considerado, sencillo, de en sueño por así decirlo pero en vez de eso termine moldeando a un hipócrita nada sencillo y poco considerado, de en sueño si eres millonaria y un patán si eres pobre.

Una chica ruda, rebelde, que vive con sus propias reglas y algo busca pleitos es Iris Blair, tiene su propio club de fans y tiene un record por haber rechazado a más chicas que cualquier hombre, su record va reñido con el de Rebecca. Esta parece que se empieza a interesar por Elisa con la cual decide mostrarse como realmente es y no la imagen que aparenta ante todos y sus no deseados fans.

Más adelante salen Angelina Gade y una chica a la que nunca nombre...Angelina es solo una chica enamorada de Darius que odia a Elisa por ciertas razones, no tiene mucho que ver pero es parte de la historia. La otra chica...se tiene que leer para saber.

10.-Bienvenido a Cos’Coff!

Elisa emocionada entro al aula y fue directo a saludar a Iris, intentando contagiar esa felicidad por las festividades próximas. Empezaron una plática sobre el tema que les gustaría tener, a Elisa le gustaría de todo mientras que Iris prefería el tema deportivo o de casa embrujada, los demás no le gustaban del todo; en medio de su plática su profesora entro y pidió que todos fueran a sus lugares, Elisa se sentó en un lugar vacio alado de Iris.

-Muchachos como saben las festividades empiezan hoy y terminan el sábado, por lo tanto no habrá clases esta semana- todos en el aula empezaron a hacer bulla de alegría.

-¡Pero!, si tienen que cooperar, a los primeros semestres les toco trabajar hoy y mañana, tienen que tener listo su tema para las 2:30 p.m máximo de hoy- se escuchaban quejas por parte de los chicos mientras que las chicas se juntaban para estar listas para planear lo que harían, ya que solo nos daban 2 horas y 30 minutos para tenerlo listo.

- Su tema dado por la dirección fue un café cosplay- la actitud de los chicos cambio, sabían que tendrían que usar cosplay ellos también pero se morían por ver a las chicas en uno.

-¿Cosplay?- Iris dijo mordiendo los dientes.

-Calma, aunque sea un café cosplay, debemos hacerlo bien- Elisa solo sonreía aunque tampoco es que le agradara de todo la idea.

-Me niego a usar algo ridículo, ¿entienden?- dejando en claro que no usaría algo típico como Maid o algún otro traje femenino que fuera exhibicionista.

-¡C…claro, c…como digas!- respondieron al unisonó todas las chicas, parece que las intimida y las cautiva a la vez, pero no a mi –Iris, ¿entonces estarás en la cocina?- todas me vieron con sus rostros muy sorprendidos.

-Prefiero eso a disfrazarme, bien, me encargare del menú- se llevo consigo unas cinco chicas para hacer los menús mientras nosotras decidíamos el nombre y la temática del café.

-Cos’Coff!- dijo una compañera mientras chasqueaba los dedos –de cosplay y café- nadie se oponía a ese nombre así que lo elegimos.

-¿Y los trajes?- pregunte algo apenada.

-Todas iremos a comprar uno, procura conseguir uno sexy-

-Bien, tenemos el nombre, los menús están en…- observo como las chicas encargadas de eso se distraían mucho con Iris pero al menos el centro de atención estaba haciéndolos -…proceso, espero. Todas consigan un buen traje mientras los chicos decoran el salón, como vallamos volviendo iremos arreglando detalles en los arreglos, ¡ahora vamos!- la compañera que dijo aquello parece ser una líder nata, hasta ahora ella nos había dirigido en todo, todas fueron a conseguir trajes de conejita, maid, entre otras pero yo no tenía como comprar uno, recordé las palabras de Rebecca y esperando que fueran enserio fui en busca de ella.

Pasillos llenos de estudiantes llevando y trayendo diversas cosas para sus temas de festival.

-No puedo esperar a el miércoles- veía maravillada como iban quedando las decoraciones de otros hasta que escucho una voz que se le hizo muy familiar, la reconoció al instante. –¡Darius!- volteo a todos lados hasta que lo hayo de espaldas charlando con alguien, estaba a punto de acercarse cuando noto que hablaba con alguien.

-Vamos, acéptalo- insistía Darius.

-Ya te he dicho que no quiero ningún regalo de ti-

-¿Acaso no te gusta?-

-Es un collar muy lindo pero dáselo a alguien que si te quiera-

-Lo compre especialmente para ti, me niego a dárselo a otra chica que no seas tú-

Elisa seguía escondida tras la pared del pasillo, no podía creer lo que escuchaba, se negaba a creerlo.

-¿Pero qué…está ocurriendo?- susurraba para ella misma.

-Bien, si me disculpas tengo que irme- La chica siguió su camino, Elisa espero a que él se metiera a su salón, no quería verlo pero no resulto como quería.

-¡Ha! Cariño, que suerte encontrarte por acá-

-Hola- con la voz algo cortada pudo decirlo.

-¿Te pasa algo?-

-No nada solo quería preguntarte…- pensaba si sería buena idea interrogarlo sobre lo ocurrido hace unos momentos.

-¿Qué cosa?-

-¿Por qué le insistías tanto a esa chica en que te recibiera aquel obsequio?-

-…pues veras…-

-Sí, te escucho- ansiosa por escuchar su excusa.

-Era una práctica ¿nunca te dije que estoy en teatro y presentaremos próximamente una obra?-

-Quiero pruebas, por ejemplo el guión- Elisa podría estar enamorada pero no era estúpida.

-Claro, aquí tienes- esto al dejo realmente sorprendida, al parecer era cierto lo de la obra, era un guión aunque solo eran dos hojas.

-¿Por qué son solo dos hojas?-

-Es mi parte solamente, lo demás no lo necesito- eso convenció totalmente a Elisa, se abrazaron pero ella iba con prisa así que se fue de inmediato, ya había aclarado lo que quería, podía seguir en paz, en el camino encontró a la chica con la que su novio “practicaba”.

-Buena suerte en la obra-

-¿Cuál obra? Soy de natación…-

-¿Qué no estabas ensayando líneas con Edmond?-

-¡Ah! Eso, si, le estaba ayudando a practicar lo que dirá cuando entregue el collar a la chica que le gusta-

-Ya veo, disculpa la confusión, debo irme- tomo rumbo hacia la habitación, su novio le había mentido y para colmo había otra chica entre ellos. Entro a la habitación algo furiosa pero al no ver su camino choco con alguien.

-¡Lo siento!- haciendo una reverencia pensando que era Rebecca con quien acababa de chocar.

-¿Ah? Descuida- resulto ser Erika, la mejor amiga de su ama –Creo que tu compañera llego-

-Has venido por lo de tu tema ¿cierto?- sonriente pregunta su ama, parecía otra pero con el mismo aspecto.

-Sí, necesito un traje, más bien un cosplay, nuestro tema fue café cosplay- su tono nervioso delataba que no estaba tranquila.

-Veamos que tengo para ti- le hizo una seña a su amiga para que fuera y le ayudara a buscar el traje. Al cabo de unos minutos llamarón a Elisa para probarse el traje, resulto ser una sexy enfermera con un parche en el ojo y orejas de gato, el traje era de un color rosa pastel.

-¡¡Te vez hermosa!!- un brillo apareció en los ojos de Rebecca cuando ya la tenía abrazada con mucha fuerza –te queda perfecto- estaba perdida observando cada detalle.

-Creele, te queda muy bien-

-Gracias…- sonrojada por el traje que estaba usando y por los halagos.

-Bueno pequeña ve que tienes un café que atender- al momento de levantarla roso su cuello con sus dedos –espera, falta algo- saco de su falda el collar de tela que le habían quitado para ponerle el traje, se acerco a ponérselo y le susurro –Se que es para cubrir la marca, yo se que la tienes, así que me basta- finalizo con un beso en la mejilla.

-Debo irme, gracias por todo- algo apenada se dirigía de vuelta a su salón.

-Hasta luego- se despide Erika –Tienes una compañera de cuarto muy curiosa-

-Lo sé-

-Qué bueno que no soy celosa- cruzándose de brazos.

-Dramática, sabes que para mí siempre serás especial- las demás palabras sobraron, ambas se abrazaron y siguieron su recorrido de inspección, solo estaban esperando a que Elisa fuera por el traje.

-wow ¿de dónde sacaste el sexy traje?- Iris veía fijamente de pies a cabeza.

-Rebecca me lo dio, ¿se me ve bien?- su rostro apenado y tono aniñado enternecía a Iris.

-Se te ve estupendo- no pudo evitar abrazarla pero eso causo que varias miradas asesinas se posaran en la sexy enfermera de rosa.

Las chicas fueron llegando, que al cabo de dos horas ya estaba todo listo, solo era cuestión de esperar media hora. Todos estaban checando que no faltara nada y que no sobrara, tenían listos varios postres del menú al igual que las bebidas, todo ya estaba preparado para la visita de los “amos”, Elisa no podía esperar a que comenzaran a pesar de la vestimenta que llevaba en esos momentos.

-Que emoción-

-¿Tanta emoción por ser de un café cosplay?- su antipática amiga pregunto llena de harina.

-Pues si fueras mesera de este tipo de cosas por primera vez, entenderías mi emoción-

-¿Y si te toca recibir?-

-Pues “Bienvenido a Cos’Coff amo”- dando una vuelta para finalizar con un guiño.

-Valla, ya quisiera que una chica tan linda como tú me recibiera así cada que llego a la habitación-

-Pero que cosas dices-

Iris solo rio y siguieron platicando en la espera de abrir sus puertas al público.

09.La primera cita...esperen, ¿tiene una mejor amiga?

-¿Seré la única que termina realmente satisfecha?- se preguntaba Elisa en la ducha, -A pesar de “todo” no vi mucha satisfacción en su rostro…- Sacudió la cabeza. –En fin, el lunes al parecer empiezan los días festivos, no puedo esperar a ver qué tipo de cosas celebran en este lugar-

-Creo que la lastime demasiado…- Rebecca se decía en voz baja mientras se vestía –es como si le estuviera devolviendo mi dolor del pasado en dolor físico- vio hacia abajo –De todas formas en los días festivos estaré ocupada supervisando las actividades hasta el baile…- las primeras semanas casi no tenían tarea ni nada de eso, es como si hubiera aprovechado el acostarse con ella y con las demás mientras no tenia deberes pendientes.

Se hacía más de noche y ambas fueron a dormir.


La mañana del domingo, Rebecca seguía durmiendo cuando Elisa ya estaba casi lista para salir e ir a su cita, rogaba por no despertarla y poder salir inadvertida.

Cerró la puerta tras ella con mucho cuidado y se alejaba a pasos largos pero silenciosos, ya estaba a una distancia que se podría considerar segura cuando comenzó a correr, no quería llegar tarde aunque aun era temprano, solo quería estar lejos de su habitación pero cuando recordó no se había puesto el collar de tela.

-Recuerdo haberlo agarrado antes de irme…- se dice tocándose la herida para enseguida buscar en su bolsa, era pequeña pero llevaba lo necesario incluyendo el collar, busco el baño para asegurarse de que tapara la herida.

-Así estará bien, aparte del maquillaje tiene esto, espero no lo note- salió a prisa para el jardín, ahora si se le estaba haciendo tarde. Normalizo el ritmo unos centímetros antes para no estar agitada cuando observo que Darius la saludaba, su corazón empezó a latir rápidamente de felicidad y también devolvió el saludo. Ambos se sonrieron.

-Que linda te vez-

-Gracias…, tu siempre tan apuesto- devolviendo el cumplido

-No tienes porque agradecer- fingiendo modestia. -¿Nos vamos?- extendiendo su mano la cual Elisa sostuvo algo nerviosa, al estar juntos y agarrados de la mano se pusieron en marcha a la estación del tren, solo de viernes a domingo los dejaban salir fuera, más allá de lo que quedaba cerca del colegio.

“Que nervios la primera cita y fuera…” Elisa solo moría de felicidad internamente, ya que su apariencia solo era de estar solo feliz. Darius rompió el silencio.

-¿Dónde te gustaría ir?-

-Donde me lleves estará bien para mí-

-Espero te siente bien dar un paseo por el lugar y si deseas las tiendas- para un chico rico como él, el abastecerla de cosas no era problema alguno.

Habían pasado ya unas horas cuando pasaron alado de una tienda que atrajo la atención de Elisa, fue inevitable para ella voltear e ir.

-Qué lindo…- decía mientras veía por fuera de la vitrina una pulsera la cual tenía un corazón con alas, decía “L.O.V.E”.

-¿Lo…, vallamos por un helado- dice Darius

-Ah, claro- tomándolo de la mano

-Por pura curiosidad…¿sabes qué tipo de cosas le gustan a Rebecca?- esa pregunta cambio bruscamente el estado de ánimo de Elisa.

-¿Para qué?- dijo en un tono frio

-Escuche que se acerca el baile y soy el tipo de personas que da presentes a sus amigos cercanos- en verdad que no era muy cercano a ella, ella no había querido. Solo una excusa que pareciera creíble.

-Creo que las joyas…y ropa, la he visto usar siempre calcetas largas- Darius noto el cambio de actitud y actuó rápido.

-Bueno, ten, pide el helado que quieras, tengo que ir por algo- Elisa pensó que al menos le preguntaría que le gustaba y mejor fue a sentarse.

Después de eso el paseo no fue lo mismo.



-Bueno llegamos, fue divertido- intentaba sonar convincente

-¿Sabes? falta algo en ti-

-¿Ah?- en ese momento vio como saco una pequeña bolsa de regalo.

-Póntelo- Elisa aun no veía que era pero fuera lo que fuera lo usaría. Abrió la bolsa y era la pulsera que había visto antes en aquella tienda.

-¡Muchas gracias! Yo…no sé cómo agradecerte- poniéndosela

-Solo bésame- se acerco a ella para darle el beso de despedida. Se despidieron y ambos fueron a sus habitaciones.

En el camino de Darius…

-Perfecto, al menos ya se que le gustan las calcetas largas y la música clásica, Mozart…-

En el camino de Elisa…

“Qué bonito” era todo lo que pensaba al ver la pulsera una y otra vez con una gran sonrisa que no se fijaba en su camino.

-¿Regalo del novio?- Iris estaba con las manos detrás de la nuca mientras caminaba alado de ella

-Emmm!- no sabía que responder. Solo pidió de favor que no mencionara nada por Rebecca, se ahorro explicaciones ya que Iris no las necesita.

-Me gustaría que pudiéramos salir también…algún día-

-Creo que no podremos…-

-¿Por qué? No creo que tu novio se enoje- veía al techo mientras hablaba

-He escuchado que ahora nosotros también ayudamos a los preparativos de esta semana de fiesta y creo que habrá un baile o algo así-

-Baile…¿han dicho el tema?-

-Eh…no, supongo lo dirán un día antes para no darle ventaja en vestimenta a los demás- no noto el cambio repentino de tema, aunque después del regalo era difícil que notara algo más.

-Espero no sea de gala, odio los vestidos- cruzo los brazos

-Te has de ver bonita en uno- Elisa comenzó a jugar con sus dedos después de aquella frase, Iris se sonrojo pero intento disimularlo.

-Tu…te has de…ver mejor- tartamudeando

-No tengo vestidos…tal vez no valla-

-Ya veo y si tuvieras ¿Cómo te gustaría?- Iris en verdad agradecía que estuviera distraída su compañera, podía hacerle preguntas sin dar explicaciones.

-De color morado, con una flor gris en la cintura el cual este en una cinta de tela transparente color morado que se amarre en la cintura, sin escote…o si lo tiene muy poco, ¡ah! Pero eso solo ocurriría en mis sueños- agitando la mano al ver que se puso a fantasear demasiado.

Llegaron a la habitación de Iris primero, ya que esta antes que la de los terceros semestres. Se adelanto y alzo la mano dando la espalda, volteo y dijo: “Hasta luego” de tal modo que al voltear su cabellera se moviera de una manera encantadora.

-Hasta…luego…- ya había notado que era bonita pero ahora lo notaba más, era como ver a una chica con el encanto de un chico. Tal vez lo que sentía era admiración desde la vez que la observo vencer a las chicas de la otra vez sin intenciones de herirlas simplemente de salir de ese predicamento.

-Me gustaría saber qué tipo de evento le tocara realizar a mi clase- era ese tipo de festivales en el que cada salón organizaba un evento diferente, casa embrujada, un café, juegos, carreras y de más. A unos les tocaría los dos primeros días y a los otros, otros dos mientras que el viernes lo ocuparían para el baile.



-Que emoción, hoy veremos que nos toco- Elisa intentaba hacer una plática normal con Rebecca.

-¿Qué en tu escuela no hacían esto?- preguntaba mientras se cepillaba el cabello.

-Sí pero, acá hay más para poder hacerlo mejor y estoy ansiosa por ver- ella estaba guardando sus cuadernos y asegurándose de no olvidar nada para las clases.

-Es cierto que son de mejor calidad pero depende del líder y el empeño del grupo, con tu entusiasmo de seguro lo harán bien-

-Espero nos toque algo divertido-

-Espero te diviertas con lo que te toque- una risita se escucho, ¿planeaba algo?

-¿Acaso sabes que me tocara?-

-No, solamente espero que te diviertas- levantándose de la silla, luciendo su hermoso cabello bien peinado, dirigiéndose a la pequeña. –Cualquier cosa que necesites para lo que te toque, abisme- besando su frente.

-S…si- nunca había visto el lado “amable” de su ama. Ambas salieron de la habitación para ir a clases y escuchar que le tocaría organizar a su clase.



-Si supiera que soy yo quien impone las actividades a cada clase…- riendo un poco, se encontró con una amiga de clase con la cual fue, Rebecca era otra cuando tocaban las festividades ya que ella era la encargada de supervisar junto con los presidentes de cada clase.



-Solo me falta elegir el tema del baile…- le decía a su amiga, tal vez para escuchar sugerencias.

-Ya se ha hecho casi de todo…- respondía su amiga

-¿Qué fue lo primero que se hizo?-

-Un baile de gala, pero antes era muy común eso-

-¿Crees que atraiga un baile de gala?-

-Quizá…moderniza un poco el tema- dice chasqueando los dedos

-¿Baile de gala con mascaras?- era todo lo que se le ocurría añadir para que no se perdiera la escancia de ese tipo de baile.

-Eso lo hace misterioso, ¡buena idea!-

-Tú lo has dicho, ese será pero no lo reveles- una mirada amenazadora poso en su amiga

-Tendrás que convencerme para mi silencio- rodeando su brazo con el de ella, pegándosele y sonriendo, -¿Qué tal si me convences como cuando íbamos en primero?- ella era la mejor amiga de Rebecca, la conoció desde que entro a la preparatoria y la conoció antes de que la mayoría supiera que era la hija del director, eso hacia una amistad sin interés. A su lado Rebecca parecía una chica linda y cariñosa, no el verdadero monstruo sexual y sin compasión que en verdad es.

-Hay Erika, tu no cambias- pegándose igual a ella para entrar al aula, era una costumbre siempre ir agarradas de la mano o con los brazos entrelazados. Ella era la primera persona a la que Rebecca en verdad veía como una persona a la cual no había intentado violar.

08.Una perrita hambrienta de su ama bipolar

-¿Cómo vas con ella?- una voz masculina se escucha en la habitación al ver que Darius entraba.

-Todo va de maravilla- en un tono orgulloso responde.

-¿Tanto la amas?- su compañero de habitación preguntaba en un tono neutro.

-Claro…en esto del amor no importa el medio para obtenerlo pero si al final se tiene habrás ganado, y en mi caso así va-

-Jugar con eso no te llevara a nada bueno…-

-No estoy jugando, la amo tanto que por eso lo hago-

-Espero no termine mal todo eso…-

-Se tratar a las damas, no acabara mal-

-Espero te creas lo que dices-

-Tu confía y veras que la chica me amara como yo a ella- y finalizo su conversación para seguir con otros temas mientras Darius enviaba el mensaje de donde y a qué hora se vería mañana con Elisa, como era de esperarse Iris estaba escuchando y se quedo algo confundida pero era obvio que dijo que amaba mucho a Elisa, tal vez le tenga preparado algo y por eso fue aquella platica, aparte con solo estar con ella siendo de una clase baja ya era una contradicción a sus principios pero si no le haría daño estaba bien, dejaría que anduviera con él pero eso no significaba que lo dejaría de observar.


-Espero la ames tanto como dices o como entendí…- cruzada de brazos y yendo hacia cualquier otro lado que no fuera cerca de esa habitación, Iris divagaba en sus pensamientos mientras se alejaba.

-Esto no significa que te la dejare, también la quiero y quien la conquiste más se la quedara como has dicho “no importa el medio pero si la tienes al final habrás ganado” aunque eso implique despojarla de tus brazos-


Mientras tanto en el salón de química, no solo Iris era la confundida en esos momentos…


La pequeña observaba confundida los ingredientes que su ama había sacado.

Por último saco dos copas de cristal en las cuales comenzó a servir vino, le dio una copa y ordeno que la tomara toda; había terminado de beber el vino de la copa cuando Rebecca le indico con el dedo que se acercará un poco y sin previo aviso vertió su copa entre sus pechos, dejando que cayera por su cuerpo. Bajo del sillón. Inclinándose frente a ella para beber de su cuerpo; el vino estaba frio que Elisa no pudo evitar temblar un poco al sentirlo recorrer de entre sus pechos a su demás cuerpo.

-No está de más decir que tu sabor es…embriagante- decía suavemente mientras tomaba aquel liquido rojo mientras Elisa solo tenía cerrados los ojos con fuerza y sentía como su cuerpo se iba calentando a causa del éxtasis del momento.

-Insisto en que tu cuerpo tiene un sabor peculiar, me pregunto si como postre tendrás ese toque de sabor inocente-

Su víctima se encontraba sentada en el suelo, temblando un poco aun ya que por el ambiente frio no le favorecía estar mojada de vino. Rebecca la recostó y ordeno que cerrara los ojos, como era de esperar no opuso ninguna resistencia ni tampoco hizo pregunta alguna para obedecer, cuando la mayor comenzó a cubrir sus pechos y parte de su abdomen con crema batida y para hacerlo más “divertido” puso una fresa en cada pecho mientras las cubría con un poco de chocolate al igual que cubrió del frió jarabe de chocolate su cuello, ahora ya estaba lista para disfrutar de su postre.


La menor seguía sin abrir los ojos, solo sentía los ingredientes en su cuerpo de los cuales solo pudo identificar el chocolate por su olor.

-Puedes abrir los ojos si lo deseas-

No se imaginaba ser un postre humano en cuanto alcanzo a ver lo demás que tenía en el cuerpo pero seguía un poco confundida pero en cuanto comenzó a lamer lentamente desde su abdomen para arriba comprendió que iba ser “su postre”. Subió hasta llegar a sus pechos y quitar de una menara sexy las fresas, perfectamente sentada e inclinada frente a la pequeña comenzó a lamer la crema batida de sus pechos, en verdad lo estaba disfrutando, era la primera persona con la que decidió hacer eso. Elisa solo sentía la tensión de esperar cuando acabara, el sentir el frio chocolate caer lentamente por su cuerpo y las mordidas que Rebecca le daba dejando un poco rojos sus pechos; se acerco a su cuello para lamer el chocolate mezclado de inocencia, pareciera que la despojaba de su inocencia a lamidas. De nuevo queriendo marcar su cuerpo mordió con mayor intensidad que la vez anterior cuando solo le dejo una pequeña marca, la estaba lastimando demasiado que Elisa no puedo evitar dar un sonoro quejido de dolor pero Rebecca pareciera que no le intereso y persistió un poco más hasta sentir su cálida sangre estar en su lengua y labios, separándose satisfecha relamiendo sus labios manchados de chocolate y pequeñas manchas de sangre, la pequeña se llevo la mano al cuello y retrayendo su cuerpo tratando de contener las lagrimas.


-Si quieres llorar, llora, no me incomoda- cruelmente e indiferente su ama al decir aquello pero el escuchar eso contuvo mas aquellas ganas de llorar que comenzó a convertir el simple dolor en un dolor placentero, estaba adaptando su cuerpo a sentir placer en vez de dolor al recibir ese tipo de trato, tenía que hacerlo si Rebecca seguía lastimándola.


Aun con la mano en el cuello volvió a su posición de antes y su ama comenzó a probar todas aquellas partes que no había probado aun, todo lugar donde el chocolate y la crema batida hubieran llegado pero su víctima ahora solo sentía aquello como cosa de nada, el dolor de la mordida cesaba lentamente.


Al acabar de saborear se limpio la boca con la mano mientras veía impotente a su mascota, recostada de nuevo con el cuerpo en posición fetal mojada de diferentes fluidos.


-Ese es el aspecto que debes de tener, al fin y al cabo…solo eres mi mascota, la única que importa que mantenga una buena apariencia soy yo- relamiendo sus labios nuevamente. Elisa no le dirigía la mirada, una lágrima había salido.


-¡Obsérvame!- tiro de la correa y observo sus lágrimas

-No llores- beso sus lagrimas y la abrazo, confundiendo más a la pequeña, primero había sido la peor de las tiranas ¿y ahora esto? Definitivamente estaba empezando a pensar que Rebecca era bipolar o algo por el estilo, ahora si tenía que usar el collar de tela como la otra vez para cubrir la herida o marca que le dejara aquello, sería muy inoportuno que Darius lo viera justo en su primera cita, al pensar en eso recordó que esperaba un mensaje de él, tal vez ya habría llegado pero tenía que checarlo en un lugar donde Rebecca no la viera.


-Es solo una marca de que eres solo mía pequeña perrita- acariciaba su cabello esperando a que cesaran sus lagrimas.

-¿Será así hasta que me gradué?-

-No lo sé, por ahora las cosas son así- para ahorrarse el responder más preguntas la besó. Antes de culminar aquel beso, Elisa besó el cuello de su ama por inercia, esta se dejo, no afectaba en nada que su niña quisiera más placer, le encantaba ser deseada por sus víctimas, después de todo se lo había dicho anteriormente.

-Ama…deseo tocarla, déjeme tocarla- sorprendió un poco a la otra con aquella petición pero acepto, la pequeña lujuriosa besaba su cuello, lamia y metió la mano dentro de su blusa para masajear sus pechos.

-Tócame más pequeña…tócame- gemía Rebecca abrazada a su cuerpo. No era necesario que le dijera que la tocara mas, esta lo haría de todas formas, bajo la falda de Rebecca y tocaba su intimidad por sobre la ropa interior haciendo que su ama gimiera por más y pegándola más a su cuerpo.

-¿Qué esperas?, hazlo ya- jadeando cerca del oído de la pequeña para que la penetra con los dedos. Empezó a penetrar rápidamente con dos dedos, su intimidad estaba muy mojada que era fácil, continuo con 3 mientras observaba la cara de completo éxtasis de Rebecca, esa imagen la excitaba más, la mojaba más de lo que ya estaba y era demasiado, no pudo evitar masturbarse al igual que como le hacía a ella. Solo sus labios estaban juntos, se besaban con tanta pasión, una pasión sin amor, ambas lo sabían.


-Ya…casi…más rápido- obedeciendo sin queja alguna como siempre acelero pero su compañera la subió al mueble para quitar su mano y empezar a estimularla con la de ella, ambas tocándose y besándose, pareciera que se amaran, ambas sabían donde le gustaba a cada quien hasta que llegaron al clímax y acabaron en sus manos.

-No te conocía esa habilidad con las manos- respirando agitadamente y sin recibir respuesta, Elisa solo se levanto de encima del cuerpo de su compañera y lamio sus dedos.

-Sus fluidos son exquisitos- era la primera frase que hacia ruborizar a Rebecca por parte de un juguete suyo. -¿Desea más, mi ama?- se le hacía raro que no le pidiera tocarla y que solo le hubiera dado caricias a ella, con eso lo había “compensado”.

-No sé si pueda más- agarrada de su mano, antes de ordenar el salir se le ocurrió bañar su intimidad en chocolate -¿quieres postre perrita?- abriendo sus piernas ante su rostro, ruborizo a la otra, haciendo como si no le gustaba hacer “aquello”.


-Se que deseas mi intimidad y más con un sabor dulce- la respuesta fue una perrita sexual hambrienta lamiendo el chocolate de su sexo.

-Mmmh~♥- Rebecca disfrutaba como nunca, con la mano entre los finos cabellos de su mascota, la cual lamia ¿felizmente? su “postre”.


-¡Ahí, ahí!- indicaba en cuanto lamio la parte más sensible de su intimidad.

“Delicioso…en verdad, exquisito” era todo lo que pensaba Elisa en ese momento, que hasta olvido que tenia novio, no esperaba el momento en el que se viniera en ella. Realmente se estaba volviendo adicta a ese sabor “exótico” que solo una mujer puede tener.


-Creo que me… ¡me…vengo!- enterró mas su mano entre los cabellos. Termino en el rostro de la pequeña, relamió sus labios y mantuvo su distancia.

-Eres estupenda, no sé de donde aprendes todo esto- levantándose del sillón, indicando que era hora de irse. Ambas se empezaron a vestir para salir del aula.


Elisa en el fondo no sufría tanto como aparentaba, le gustaba tocar el cuerpo de su lujuriosa ama, los celos que sentía eran hacia las manos y labios de las pequeñas, que podían tocarla y besarla. Elisa agarro un gusto extraño a tocar su cuerpo desde la primera vez que lo hicieron en la bodega. El de Rebecca ha sido el único cuerpo que ha tocado y probado, le bastaría con probar otro cuerpo para comprobar que simplemente le gusta tocar, no le importa quien sea, ella quiere tocar y besar un hermoso cuerpo de piel blanca que esté totalmente a su merced o el ser tocada por finas manos femeninas, solo una mujer sabe mejor como hacer sentir bien a otra…


Esta vez hasta tuvo que pedir el poder tocarla y fue más dolor del que imagino, aun así trataría de no ser tan sumisa a sus órdenes, puede que descubra que no sufre tanto como Rebecca lo piensa, piense lo que piense así está bien.


En la habitación Rebecca estaba en la ducha, lo cual le dio oportunidad a Elisa de checar su celular, ya tenía el mensaje.


“Te veo en el jardín a las 11 a.m, no importa cuánto tardes en llegar, esperare lo que sea necesario. Te amo”


Solo porque no podía responder no lo hizo, abrazo el celular y espero a que su compañera saliera para bañarse e ir a dormir para esperar su cita el día de mañana.


-Dejo una marca notable- viendo su cuello en el espejo, -espero si lo tape el collar…- lo acaricio y siguió esperando.

07.La practica es mejor que la teoría

La mejor semana de Elisa estaba finalizando y como en todas las tardes Rebecca estaba en la cama con una pequeña diferente a la de los demás días; no le tomo importancia y fue a refugiarse en los brazos de Darius, después de todo ella quiso tenerlo para olvidar lo que Rebecca hacia.


Cada beso entre ellos era con una extraña pasión, la pasión no surgía del momento si no de las ganas que tenían ambos de desahogarse y por lo tanto sentían que no eran del todo sinceros en sus caricias, ignoraron ese sentimiento para seguir pero sin llegar a más de lo normal, todo hasta que Darius paro para hacer una pregunta.


-¿Estás libre mañana?- tomándola de la mano para dar un paseo por los pasillos

-Para ti siempre- esbozando una gran sonrisa, como si fuera la primera desde su noviazgo.

-Perfecto, ¿quisieras salir mañana?-

-¡¡Por supuesto!!- muy emocionada ya que su primera cita formal al fin había llegado, tanta emoción olvido preguntar los detalles que cuando se dio cuenta ya estaban yendo al jardín el cual estaba cubierto por el tono del atardecer, hacia un hermoso panorama para los enamorados.

-Quisiera seguir gozando de tu cuerpo pero necesito hacer algunas cosas pequeña-

La pequeña que se encontraba entre las sabanas de la gran cama de Rebecca no tuvo más opción que sonreír y salir de la habitación dejando a Rebecca que se puso a guardar algunas cosas que la chica no logro distinguir.


Rebecca se aseguraba de no olvidar nada para seguidamente salir e ir a la oficina de su padre; asegurándose de que nadie le siguiera ni viera fue que entro, tomo las llaves del salón de química y salió. Ese salón no era muy usado por esas fechas, que ni los intendentes se molestaban en ir a limpiar pero por esa ocasión Rebecca ordeno que limpiaran y no dejaran nada frágil fuera, todo guardado en la bodega.

-Listo, solo me queda esperar a saber si mi mensaje fue recibido con éxito- sentándose en un sillón que también había mandando a llevar en la mañana pero por una ruta especial para no levantar sospechas por si habían estudiantes en los pasillos.



-¿Eres Azard?- pregunta un chico el cual se acerco al reconocer que ella era la chica de la fotografía que le habían enseñado

-Si...soy yo- se sentía segura al estar con su novio

-¿Podríamos hablar un momento?- sabia que el mensaje solo debía ser recibido por ella y nadie más

-¿No se lo puedes decir aquí?- pregunta Darius para parecer interesando en que no se la lleve

-Descuida, estaremos en las bancas de por allá- apuntando al par de bancas que estaban cerca de ellos, no podría escuchar pero si ver por si intenta hacerle algo, ambos quedaron convencidos y Elisa fue a las bancas con aquel chico desconocido. La plática comenzó y el fue sin rodeos, le explico porque no le podía decir esto en presencia de Darius y por quien había sido enviado, al escuchar eso a Elisa se le erizo la piel pero mantuvo la calma.


-Así que tienes que ir al laboratorio de química a las 8:00p.m de hoy, es todo- el chico se levanto de la banca para irse

-Espera ¿sabes al menos para qué?- algo angustiada

-En verdad no, solo me dijo que te dijera y por cierto, el chico con el que estabas no se debe enterar, hasta luego- se fue, se alejaba, no habían más preguntas que responder no había nada más que debieran hablar. Volvió con Darius para pasar su último rato junto antes de las 7:10 p.m de hoy, ya que a esa hora los chicos deben de estar en su zona y las chicas en la de ellas, no se les podían ver juntos después de esa hora. No le dijo nada sobre el tema como le había dicho el chico.

Se hacía tarde y era hora de que se separaran.

-En la noche te diré con exactitud los planes de mañana-

-¿Cómo?- ella no tenía celular

-Con esto- le entrega una caja envuelta como regalo, ansiosa lo abre y era un celular, ¿regalo de una semana de novios?

-No era necesario… ¡gracias!- estaba muy feliz por el regalo y más por quien se lo daba, le agradeció con un beso, el cual fue también el de despedida. Ambos iban a sus dormitorios o al menos Darius iba al suyo… Elisa tenía que ir al salón de química pero antes tendría que guardar el regalo de su amado para que Rebecca no lo viera y si lo ve, diría que sus padres se lo enviaron pero lo vería después, no hoy. Fue a la habitación para dejarlo. Estaba en camino al aula de química, algo temerosa pero no podía evitar ir, sus estudios dependían de complacer a su ama.


Llego al laboratorio, 7:58 p.m o eso marcaba el reloj que estaba cerca de ahí, le quedaban dos minutos para pensar y prepararse pero decidió entrar, entre más rápido terminara mejor o simplemente alargaría dos minutos más lo que Rebecca hiciera con ella o lo que hicieran.

Se dejo de inseguridades y entro en el aula, las luces se encontraban apagadas.


-Ya era hora- Una fina voz dice desde el fondo –puedes prender la luz si quieres…-

Prendió la luz y siguió parada en el mismo lugar, no pensaba acercarse a menos de que se lo pidiera.

-¿No piensas moverte?- Rebecca se encontraba cruzada de piernas con una pierna encima de la otra y su cabeza apoyada en el brazo que estaba en la pierna. La chica no respondió, cualquier cosa que dijese podría ser usada en contra de ella. Los segundos de silencio transcurrían y la tensión se acumulaba en la menor, no soporto alargar más de lo necesario aquello y se acerco a su ama la cual sonrió al ver que iba lentamente a ella sin que se lo hubiera ordenado.


-Así me gusta- una pausa para que llegara y le indico con el dedo que se acercara, obedeció. Saco de la parte trasera del sillón un collar rosa de cuero con correa en el cual colgaba una placa en forma de corazón, la placa tenía grabada las iniciales “E.Az” (Elisa Azard); No sabía que a mi ama le gustara el sadomasoquismo, pensó en cuanto sintió que le ponían el collar en el cuello.


-Te vez hermosa con ese collar- Decía en un tono de suspiro mientras sostenía la correa –mi pequeña perrita~- revolvió su cabello al final de la oración.

–Ladra- el cambio de tono sorprendió a Elisa, primero estaba maravillada observándola con el collar y ahora es como si nunca hubiera ocurrido.

-…- no pensaba que lo dijera en serio así que no ladro.

-¿No me has escuchado? Ladra- iban en serio sus palabras.

-B…bwar…bwarf!…- los nervios se apoderaban de ella, nunca pensó terminar haciendo algo tan ridículo.

-Que linda, ahora quítate los zapatos y la blusa- como toda una buena mascota obedeció a su ama, no era la primera vez que vería su cuerpo desnudo.

-Bien, quítate la falda y ponte a gatas frente a mi- ruborizada obedeció y fue cuando noto que la luz del aula era baja, lo necesario para ver dentro pero no para iluminar todo que daba un efecto anaranjado rojizo en la habitación.


-Que niña tan buena- volvió a revolver su cabello –ahora pídeme que te mime- la cara de la pequeña le dejo en claro que no entendía a que se refería; -Ingéniatelas para pedirme mimos- acariciaba su fino cabello oscuro esperando a que su mascota ideara algo.

-Emm…- estaba pensando a qué tipo de mimos, si ahora era “su mascota” debía de pedirlos como una. Apoyo sus manos a los costados de su ama y levanto la mirada –acarícieme, por favor-

Se le hizo algo muy lindo a Rebecca, no pudo evitar sonreír y abrazarla haciendo que esta subiera al sillón quedando sentada en las piernas de ella, le dio un beso en la mejilla, de lo cual por haber pedido bien que la mimara bajo a su cuello, dando pequeños besos y lamidas. Elisa solo tenía rodeado el cuello de su ama con los ojos cerrados y su respiración se iba agitando más y más a causa de contener los quejidos.


-Te traje a esta aula porque aprenderemos anatomía- decía mientras jugaba con la espalda de su compañera.

-¿Aprender anatomía?-

-Si~ pero odio la teoría…prefiero la practica-sentenciando dio una mordida fugaz a su cuello mientras desabrochaba el sostén de Elisa, el cual quito con delicadeza. Sus pechos quedaban a la altura de su rostro lo cual le facilito el empezar a lamerlos. Jugaba con ellos realmente, no soporto y empezó a darles pequeñas mordidas junto con besos. La intención de eso era marcar su cuerpo.


-Me encantan tus pechos, son tan lindos con ese color tan claro que enrojece cuando muerdo-

Elisa, aferrada a la larga cabellera castaña de su ama queriendo evitar jadear ya que cada vez le gustaba más esa sensación de dolor, “se siente tan bien…”.


-Se que lo estas gozando- dice jalando la correa para que sus rostros quedaran frente a frente, un método algo doloroso e inesperado por parte de la pequeña. Beso ferozmente sus labios, no tendría caso oponerse así que su compañera coopero. La otra bajaba lentamente por su espalda hasta su ropa interior, fue bajándola poco a poco pero no se la quito solamente la bajo un poco. Entre tanta excitación Rebecca comenzó a desabotonarse la camisa. Se la quito y ordeno a su mascota que se bajara. De nuevo la tenía a gatas frente a ella, pensaba que le podría ordenar. No dijo nada y tiro de la correa nuevamente dejando a Elisa entre sus piernas.


-Tú has de estar disfrutando más que yo, no me has prendido casi nada, haz que me excite sin tocar mi entrepierna- Era algo difícil, si intentaba subir a sus pechos sabia que tiraría de la correa para alejarla, mientras pensaba que podría hacer bajaba la falda de su ama.

Torpemente comenzó a besar sus piernas, hacia un recorrido por cada parte; cambio los besos por lamidas junto con una mirada seductora que aparentaba estar gozando el momento. Cuando estuvo cerca de su entrepierna noto por encima de su ropa interior que estaba más mojado que cuando comenzó. Aprovecho para besar cerca de ahí, no estaba exactamente en su sexo pero la cercanía excitaba a su ama.


-Valla, no sé de dónde has aprendido a hacer eso pero has mejorado- jalando la correa para que se alejara. –Te mereces un premio por eso- empujo a Elisa para que callera de espaldas, aproximaba su pie hacia su entrepierna, instintivamente Elisa le dio paso. Rebecca comenzó a estimular su sexo con su pie por sobre la ropa interior, la pequeña solo se dejaba, retorcía un poco su cuerpo y cuando empezó a estimularla en el punto más sensible de su intimidad arqueo la espalda dejando escapar un leve gemido.


-Como veo, te ha gustado tu premio mi pequeña perrita- la menor solo bajo el rostro ruborizado esperando que eso fuera todo lo que le esperaba.

-Pasemos a la práctica experimental- de nuevo de la parte trasera saca algo, esta vez un bote de crema batida, una caja de fresas, vino y jarabe de chocolate.

-Are unos dulces y embriagantes experimentos con tu cuerpo, ¿será cierto que el cuerpo humano reacciona según el condimento que le pongan?- relamiendo sus labios y observando a su conejilla de indias. Su pequeña mascota no se imagina ni por un segundo lo que le espera.


Esa noche de sábado aun estaba iniciando en lo “bueno”, no podía acabar pues la clase aún esta comenzando…

06.Un novio como él es lo que me hacia falta

Acurrucada en el futon intentaba olvidar el hecho de que probablemente Rebecca siga estrenando “nuevos juguetes”

-Es normal que quiera seguir con su vida de viola niñas…solo han pasado 3 días... ¿tan inútil fui en esto?- Elisa solo era buena en los estudios, no se le daba ningún deporte ni habilidad más que de cocina, ser buena en el sexo ¿era mucho pedir? –Al menos ellas cubrían mis cuotas mientras yo disfruto de mi beca- pensando todo esto sería algo difícil que olvidara ese hecho.

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Rebecca tampoco podía dormir pensando y lamentando el también haberle dicho que no esa noche, deseaba dormir con ella, anteriormente solo en fantasías se imaginaba a su lado totalmente enamorada una de la otra –No me importa si ningún siente nada, quiero dormir contigo- tanto tiempo y dolor que le causo en el pasado que ya no sabía si era amor ó capricho, el querer llenar eso que siempre quiso vivir. –No me he cumplido con mi palabra, he sido suave con ella y las pequeñas de secundaria estarían cubriendo lo que ella debería hacer para mantener su beca…no debería meterme con las pequeñas…mientras no lo note todo irá perfecto- a esas pequeñas niñas las cuida la presidenta del tercer año, es muy admirada por la mayoría y parece que también le gusta “disfrutarlas” -Perderás seguidoras, lo siento-; seguía intentando encontrar la posición adecuada para dormir, -Creo que dejare descansar a mi muñeca preferida, lo necesitara para cuando llegue su momento…- rio en un tono malvado. Durmió. Había encontrado la solución a haber sido tan suave con su víctima, solo Rebecca sabe lo que le espera a Elisa en un par de días.



Los rayos del sol casi no entraban por las cortinas pero esa escasa luz de mañana fue suficiente para despertarla, Elisa se levanto.

-Se ha ido temprano hoy- al ver solo una cama deshecha la cual se puso a hacer pero estaba segura de no encontrarse sola, era imposible si su compañera no estaba.

-Deben ser alucinaciones mías- estirándose en busca de su toalla. Primera vez que se bañaba en esa habitación sin temer a que alguien entrara.

Así que duermes en el suelo y aun así arreglas la cama…Elisa no estaba sola, aquella persona llevaba viendo desde que Rebecca fue a clases; salió de la habitación sin hace ruido ni dejar evidencia de que estuvo ahí.

Las horas prosiguieron como siempre, ambas chicas en clases pero Elisa aun se sentía observada por la misma persona de esa mañana ¿Quién podría ser?, por más que vio a todas partes, confirmo que únicamente estaban sus compañeros de clases.

-Iris…- volteo a su lugar y estaba observando la ventana, sintió un alivio repentino pero no podía bajar la guardia en todo el día cuando anduviera sola.



Las clases terminaron, al menos las de ella pero temía un poco el regresar a la habitación sola.

-Hola- pudo decir levemente al acercársele

-Um…- regreso el saludo con la mano

-¿Me acompañarías a mi habitación?...-

-No sabía que tenías esas tendencias- rio al ver que había entendido a que se refería

-¡No!, nada de eso, es solo que no quiero regresar sola y eres la única a quien puedo pedírselo por ahora- ruborizada por el mal entendido

-De a cuerdo-

Regresaron juntas, todo el camino fue silencioso pero aun se sentía observada por la misma persona, los nervios la invadieron que no evito voltear bruscamente en busca de alguien que las estuviera siguiendo.

-No encontraras a la persona que buscas-

-..eh?- ¿y tu como sabes de esto? Extrañada dejo que hablara

-Sí, no hallaras a la persona que buscas…cuando le has pedido a esa persona que te acompañara-

El silencio se apodero del momento

-¿Por qué has estado observándome…tanto?-

-Curiosidad, me has parecido interesante, solo eso-

Elisa se quedo callada y pensativa ¿Cómo pudo ser ella? Siempre que la veía se encontraba haciendo otras cosas o observando la ventana…

-Tú no veías el exterior de la ventana si no…su reflejo- eso explicaba porque se sentía observada aun en ese momento, no tan directamente porque solo veía su reflejo.

-Exacto~ eres muy inteligente, no me sorprende que tengas una beca del todo completa-

-Uh eso…- su mirada se poso fugazmente a una esquina para luego volver a ver a Iris antes de que pasara algo más retomaron su camino, igual de silencioso pero algo incomodo para la más pequeña. Llegaron al fin, se despidieron y pidió que no volviera a “espiarla” de nuevo, como era de suponerse solo tuvo una sonrisa apenas visible como respuesta.

Al abrir la puerta sin siquiera estar en su interior volvió a cerrarla, no deseaba ver esa escenita. A juzgar por la voz era la misma chica de ayer, si estaban comenzando no podía volver hasta dentro de unas horas. Con aquel escalofrió que recorría su cuerpo decidió abandonar el lugar e ir a la biblioteca un rato.


-¿Por qué tan sola?- Darius se acerco a ella al verla en la biblioteca y sin un libro en la mesa

-Eh, por nada en especial- todo problema se le olvido al verlo

-¿Puedo hacerte compañía un rato?- con esa sonrisa que enloquecía a Elisa

-¡Claro!- sin dudarlo y con el corazón latiendo demasiado rápido que no sabía si podría soportarlo, el se acerco demasiado a ella lo cual la puso feliz.

-¿Recuerdas que dije que nos conoceríamos mejor alguna vez?- su acompañante asintió y fue que empezó su plática, conociéndose el uno al otro.

Para Elisa era el estar conociendo a un chico maravilloso pero para él, aun era un misterio porque su interés repentino en ella después de descubrir que vive con Rebecca. La pequeña no se imagina nada de lo que pudiera andar pasando por la mente de Darius, solo quería llegar a gustarle y así olvidarse con el de todo lo que le hiciera Rebecca.

El momento se iba poniendo cada vez más interesante, de preguntas simples pasaban a las más profundas e intimas, no había pregunta que ninguno hubiera respondido.

-Joven Edmond…¿tiene novia?- jugando con sus dedos por tal pregunta

-No- tomo la mano de Elisa –aun estoy esperando a la indicada- para después darle una sonrisa y acercársele más, la dejo perpleja ante aquella situación ¿Qué debería responder? ¿Por qué hacia aquello? ¿Acaso era que sus sentimientos iban a ser correspondidos?

-Ya veo- fue todo lo que pudo decir completamente nerviosa y agarrando con más fuerza la mano de Edmond

-¿Qué tipo de chica es la que…esperas?- tomo su otra mano y lo vio directo a los ojos

-Una que me haga sentir feliz simplemente con estar a su lado, que me busque por lo que soy y no por lo que tenga-

-Si te dijera que…- trago saliva y de nuevo sujeto fuertemente sus manos –me gustas por ser quien eres me… ¿aceptarías?-

Su respuesta fue algo que no espero, que la dejo inmóvil, sus sentidos no eran los mismos a su lado, desde que estaba acompañada de él no percibió que Iris seguía observándola.

-Así que tengo competencia, no me dejare vencer- Iris salió de la biblioteca después de presenciar aquella escena que le causo asco –No comprendo esa atracción que puedes sentir hacia un hombre-

Darius separo sus labios de los de Elisa

-Claro que te aceptaría, eres justo quien esperaba- para volver a besarla, esta vez ella correspondió. De un día para otro y en una tarde de preguntas consiguió al chico que quería.

¿Su suerte estaría mejorando o empeorando con aquello? A su parecer mejoraba pero para lo que le espera después de eso, aquello seria lo único bueno que pasaría.



La semana transcurría igual, Rebecca seguía acostados con niñas de secundaria pero Elisa se veía con Darius en esos ratos, momentos que no quería que llegaran a su fin nunca. Iris suponía que estaría con el así que en vez de observarla decidió espiarlo a él, no era normal que un chico como el se hiciera novio tan rápidamente de una chica como Elisa, los principios que siempre seguía eran que si buscaba a una novia debía de pertenecer a su misma clase social.

-Pobre de ti con que tengas planeado algo que pueda lastimarla- pensaba la chica rebelde detrás de una pared pero no ubicada en cualquier lugar si no un pasillo por el que Darius tenía que pasar para dirigirse a su habitación. Espiaba todo lo que hacía desde que es novio de su amada pero a diferencia de Elisa el no imagina ni por un instante el estar siendo observado y menos por una chica.

05.Los juguetes también siente celos

Termino de indagar en internet sobre aquella “extraña” chica.
-Extraña no es el termino apropiado…- cerrando la laptop frente a ella.

-Más bien…interesante- haciendo a un lado la laptop que el colegio le había dado, más no era de ella. Las horas pasaron; escribía las últimas palabras en el cuaderno cuando escucha que abren la puerta, instintivamente voltea, ni ella sabe el por qué, era obvio que se trataría de Rebecca y así fue.

-¿Haciendo tarea?- cerrando la puerta, dejando sus cosas y dirigiéndose a la cama.

-En realidad acabo de terminarla- cerrando libros y libretas, guardándolas por si su compañera usaría el escritorio.

-Que molesto… ¿sabes sobre química y geometría de tercer grado?-

-No mucho…-

-¿Sabrías hacer esto?- mostrándole los apuntes y las tareas que tenía que realizar, Elisa se quedo callada un momento analizando los problemas y respondió: -Si-

-Bien, hazlos, tengo asuntos “pendientes” que atender- arreglando su cabello como si estuviera en un comercial o pasarela –por cierto, hazla en el baño, esos asuntos serán acá y no sería muy oportuna tu presencia- apuntando al baño, dando a entender que ordenaba que fuera ahora a hacerla en ese lugar, la chica algo molesta y extrañada obedeció sin queja alguna, cuando ella cerró la puerta del baño escucho que tocaban la de la habitación.

-Creo que cerré justo a tiempo- pero ¿Por qué no la quería allá? –Me pregunto, que hacia la señorita antes de que viniera- tal vez su respuesta se resolvería ahora mismo, empezó a hacer la tarea de Rebecca pero sin dejar de escuchar lo que ocurría afuera, escuchaba la voz de una niña aparentemente pequeña o tal vez era que su voz era muy suave y aparentaba ser de alguien pequeño incluso menor a ella ¿sería una de secundaria? Podría ser ya que la escuela Edwidge es secundaria y preparatoria -¿Qué no está prohibido para los menores estar en nuestras instalaciones?- pensaba, se apresuro a resolver los problemas, eran sencillos, había estudiado cosas como esas en sus ratos libres en casa, quería acabar rápido para poner toda su atención en lo que ocurría afuera.


-Parece que si has venido después de todo- Rebecca estaba cruzándose de brazos frente a su “invitada”.

-Este…si…- tenía un uniforme diferente al de Rebecca, tal vez si era de secundaria o de otra escuela.

-Bien, ¿Qué es lo que querías decirme?- parece que Rebecca impone los lugares a los que deben de ir si es que quieren hablar con ella.

-Vera…yo...- estaba cada vez más nerviosa y veía hacia todos lados menos al frente –Usted me…gusta, desde que la vi en la ceremonia de bienvenida, se que aun soy de secundaria pero no me la he podido quitar de la mente, quisiera que mis sentimientos fueran correspond…- no pudo terminar al sentir que Rebecca tomo su mano y le susurro –todo lo que puedes llegar a ser de mi es: mi amante- besando a la niña en la mejilla, estaba apenada y nerviosa.

Elisa escucho aquello pero no sabía que ocurría, para su suerte había acabado con una tarea y faltaba geometría, podía esperar, puso los cuadernos encima de una pequeña mesa y se dispuso a escuchar, no escuchaba nada ¿habrían salido de la habitación? Pero antes de abrir un poco la puerta para comprobarlo escucho la suplica de la pequeña.

-No…suélteme por favor-

-De esto va ser mi amante pequeña-

-Pero esta es…-

-¿Tu primera vez?- recostando a la pobre chica en la cama

-Si…- tartamudeando y sonrojándose

-No te preocupes, procurare ser gentil contigo- besando su mejilla y poniendo una mirada que inmovilizo a su víctima, al parecer ya la había tranquilizado y comenzó con su “labor”.

Elisa seguía sin percatarse mucho de lo que hacían, varias partes no las había escuchado pero se daba una idea, cuando empezó a escuchar quejidos y demás supo lo que hacían, solo se separo de la puerta y fue a terminar lo que le hacía falta, no deseaba escuchar como su ama abusaba de una pequeña cegada por aquel amor que sentía.

-Pobre chica, junto a Rebecca perderá toda esa inocencia que percibía en su voz-

Pasaban los minutos, parecían eternos para Elisa, escuchando aquella tortura, de alguna forma se dio cuenta que la habían utilizado más de lo que creyó –Edwidge… ¿no te es suficiente utilizarme a mi cada que lo deseas?- hubo un leve sentimiento de ¿celos? En aquella oración pero si esa pequeña se convertía en su amante la salvaría de varias jornadas en las que su ama este deseosa.

Al cabo de una media hora, terminaron, la pobre niña no soporto demasiado.

-Cuando desees amor y cariño, puedes acudir a mi pequeña- no dijo nada, tomaba sus prendas rápidamente, -No acostumbro decir esto pero...si quieres alguien con quien hablar, también estaré para ti, pero solo para ti- le guiño el ojo y se pudo el dedo en los labios, indicándole que era un secreto aquel dato, la pequeña chica se vistió y antes de salir –fue maravilloso Rebecca, ¡le aprecio mucho!- dicho aquello salió corriendo de la habitación.

-Bien, puedes salir Elisa- Elisa salió con las libretas en los brazos.

-He terminado ¿Dónde las pongo?-

-En la mesa, veo que ahora sabes cuál es mi pasatiempo preferido-

-¿Violar niñas pequeñas?- mostrándose indiferente mientras arreglaba la mesa.

-Acaso estas ¿celosa?~- una risa juguetona se pudo distinguir, Rebecca se estaba divirtiendo

-No ¿Por qué habría de estarlo?- pero por dentro pensaba “Si tanto querías jugar con una niña ¿Por qué no jugaste conmigo como siempre?”

-No lo sé, pero no estés celosa, tú eres mi juguete preferido, solo que hoy decidí jugar con uno nuevo- la ponía más furiosa que la llamase juguete.

-¿Por qué te gustan tanto las niñas?-

-Porque son maravillosas, probar sus virginales cuerpos, sentir esa piel tan suave al igual que su dulce y delicado aroma, me encanta llenarme de su inocencia y a ellas de mi lujuria, despertar en ellas ese deseo sexual que no hubieran tenido hasta en un par de años más…- se levanto de la cama y acercándose a Elisa mientras seguía hablando –En ti desperté ese deseo, me llena saber que mis victimas ansían más aunque traten de esconderlo y sobre todo hacerlas crees miles de cosas con las pocas palabras que digo…- con aquello se refería a hacerlas creer que son especiales, no lo dijo para no perder tan rápido a su juguete preferido. Beso su mejilla y le agradeció por haber hecho su tarea.

-¿También duermo en el futon hoy?- cambiando de tema, no quería darle la razón en que había despertado ese deseo con ella ni de sus minúsculos celos.

-Si qui…por ahora si- iba a ofrecerle compartir la cama pero aun tenía que probar si aguantaría.

-Está bien- no se sentía de muchos ánimos, quería consuelo, solo era una amante de cama más en su lista y aquel trato tal vez solo era para hacerla sentir diferente y dejarse tocar pero ¿con quién buscaría ese consuelo? No conocía a nadie, solo a Darius. –Saldré, ¿se le ofrece algo antes de que me valla?-

-No, puedes irte- como si la estuviera corriendo pero era solo el tono de “ama a sirvienta”.

Elisa salió a dar un paseo, no le debería de importar que lo haga con otras pero le molestaba el hecho de no ser suficientemente útil para lo que se está forzando. Había llegado algo lejos, estaban a punto de dar el toque de queda pero no le importo, siguió caminando hasta llegar al jardín trasero, se recostó bajo un árbol a esperar que los maestros dejaran de checar las habitaciones y así volver sin tener problemas pero alguien más pensó como ella.

-Y yo que pensaba que eras una niña buena-

-¿Ah?- pensando que era una maestra volteo con miedo.

-No temas, soy yo- una pequeña sonrisa o intento de una fue la que le dio la persona.

-Pensaba que eras…no importa- volvió a recostarse en el árbol y dio un gran suspiro.

-Tu estado de ánimo y la oscuridad de este lugar hacen un buena combinación- no hubo respuesta -¿Qué haces saltándote el toque de queda?-

-Daba un paseo para pensar un poco y cuando me di cuenta ya estaba acá esperando el momento para regresar sin ser vista-

-¿Qué te ha pasado?-

-Nada, estupideces por las que me puse a pensar-

-Ningún pensamiento que te preocupe puede considerarse una estupidez-

-Pues esto lo es, nunca me sentí tan usada en mi vida como ahora- a Iris no le importaba no saber “el cuento completo” así que se limito a abrazar a Elisa, esta se sorprendió pero se dejo abrazar.

-No existe el que es usado solamente existe la persona que busca a otras que son capaces de hacer lo que no puede hacer solo- esas palabras por raras que sonaran consolaron a Elisa, Iris, a pesar de no saber lo que ocurría tuvo las palabras para poder calmar a su compañera.

-Deberías regresar-
-¿Qué hay de ti?-
-No te preocupes, nunca me han atrapado- dando a entender que siempre hacia aquello.

-Alado tuyo me siento…calmada- abrazándola con fuerza –Gracias, tienes razón, debo irme- sonriendo, se fue de regreso a la habitación de Rebecca. Iris nunca había consolado a nadie, solo lo hizo como agradeciendo lo de la última vez pero se quedo un poco sonrojada después de aquello, no se noto por la oscuridad y la luz de la luna no era suficiente para notarlo, regreso a su habitación, de tantas chicas que tenia cautivadas la única que le parecía interesante no estaba tras de ella, tal vez era por eso, porque no estaba como las demás, no era del montón.

-Me gusta que no seas como las demás, tal vez ella pueda ser mi persona especial…¿o tal vez no?…- cerró los ojos y entro a su habitación.

Por parte de Elisa entraba lentamente para no hacer ruido, se acomodo en su futon y antes de dormir atiende a la pregunta de su ama: -¿Dónde estabas?-

-Me perdí un poco de regreso, eso es todo-

-No te quiero fuera de esta habitación después del toque de queda- sentenciando la última orden del día y la noche.

-No volverá a ocurrir- “Y si ocurre are que no lo notes” si quería hacer más fuerte su relación con Iris tenía que saltarse el toque de queda, ya que en clases era raro que se hablaran, al menos tenía que tener a alguien de confianza en esa inmensa escuela.

No deseaba hacerlo de nuevo en verdad pero por mas que no lo aceptara estaba sintiendo celos de no ser la única persona con la que Rebecca “juega en la cama”.
Si te gusta el yuri y más con lemon, romance y drama, deves seguir esta historia.


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